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Las yogurteras Luvele han sido diseñadas para hacer en casa el yogur con probióticos más puro y natural. El resultado es un yogur sin aditivos, azúcares ni conservantes, ¡el verdadero yogur!
Como nuestros clientes bien saben, aquí en Luvele adoramos nuestro yogur. Diseñamos y perfeccionamos nuestras yogurteras a lo largo de 8 años; ¡confiamos en que usted y su familia también las amarán!
Tenemos dos nuevas yogurteras: la Pure y la Pure Plus, con la opción de un recipiente de cristal de 2 L o 4 recipientes de 400 ml. Las nuevas yogurteras también cuentan con tecnología de baño maría para conseguir una temperatura precisa y pareja durante todo el período de incubación, lo que es vital para aumentar al máximo la cantidad de probióticos o bacterias beneficiosas en el yogur casero. Además, poseen tres opciones de temperatura: 36, 38 y 40 ºC; y un temporizador digital de 36 horas.
Nuestras yogurteras modelo Pure son compatibles con los requerimientos de las dietas SCD y GAPS. Lea más sobre esto a continuación.

¿Qué es una yogurtera?

Una yogurtera es un electrodoméstico de cocina que le permite preparar yogur casero de un modo sencillo, rápido y económico, mediante el proceso de calentar leche y dejarla fermentar en un entorno y una temperatura controlada. Nuestro blog está repleto de recetas y consejos que lo ayudarán a preparar el yogur más delicioso en casa. Si desea un ejemplo, eche un vistazo a los siguientes enlaces:

 

¿Quiénes deberían usar una yogurtera?

  • Cualquier persona que adore el yogur y quiera probar el verdadero sabor.
  • Propietarios de cafeterías, chefs y profesionales de la industria hotelera.
  • Es un producto ideal para aquellos que creen que están gastando demasiado dinero en productos lácteos (especialmente yogures) y quieren empezar a ahorrar.
  • Cualquier persona que esté siguiendo las dietas SCD o GAPS.
  • Cualquier persona que esté buscando mejorar su salud intestinal en general. ¡Hacer yogur casero rico en probióticos es un excelente comienzo!

 

¿Qué son las dietas SCD y GAPS?

La dieta de carbohidratos específicos (SCD) es una dieta que apunta a reducir la inflamación eliminando los alimentos y azúcares difíciles de digerir en los que se desarrollan las bacterias perjudiciales para nuestro sistema digestivo. Esta dieta también estimula el crecimiento de las bacterias beneficiosas, y los alimentos fermentados son esenciales para conseguirlo.
El yogur casero de 24 horas en particular es un elemento fundamental de la dieta SCD, ya que es el alimento fermentado permitido más fácilmente tolerado. Prácticamente no contiene fibra, es un alimento suave para un intestino inflamado y está repleto de bacterias beneficiosas. Por ese motivo, a menudo es llamado yogur SCD 24 horas.
Derivada de la dieta de carbohidratos específicos, la dieta del síndrome psico-intestinal (GAPS) es un protocolo curativo integral para tratar problemas como los trastornos del espectro autista, THDA/TDA, dispraxia, dislexia y esquizofrenia. Su objetivo es tratar la causa subyacente de muchos de esos trastornos: una salud intestinal comprometida. Puede parecer extraño o incluso increíble que algunos problemas neurológicos como el autismo puedan tratarse con cambios en la alimentación. Sin embargo, numerosas familias de todo el mundo han experimentado mejorías a través de la dieta GAPS.
Si desea saber más sobre el yogur de 24 horas y sus propiedades curativas, eche un vistazo a los siguientes artículos:

 

¿En qué se distingue el yogur de 24 horas?

Las diferencias más importantes entre el yogur casero de 24 horas y el yogur regular (comercial o hecho en casa con una fermentación breve) es el contenido final de lactosa y la diversidad de las bacterias beneficiosas disponibles. Cuanto más largo sea el proceso de fermentación, más tiempo tendrá el cultivo iniciador de multiplicarse, aumentando la cantidad de ácidos y bacterias beneficiosas, y disminuyendo el nivel de lactosa (un tipo de azúcar) de la leche. 

Yogur de 24 horas y recuperación intestinal

El yogur de 24 horas, conocido también como yogur de la «dieta de carbohidratos específicos» (SCD), es uno de los pilares de los protocolos de recuperación intestinal como la dieta SCD o la dieta del síndrome psico-intestinal (GAPS).

24 horas es el punto óptimo para la fermentación del yogur

Un período de 24 horas se considera el punto óptimo de fermentación para el yogur casero. Después de 24 horas, el contenido de lactosa de la leche comienza a menguar, y se acentúa la presencia del cultivo. Después de 30 horas, el cultivo puede empezar a quedarse sin alimento y estropear el yogur.

El yogur de 24 horas debe ser casero

El yogur griego natural sin azúcar es el producto del supermercado más parecido al yogur de 24 horas. Sin embargo, no está permitido en las dietas GAPS o SCDB debido a su contenido de lactosa.  Ningún yogur comercial es fermentado durante más de 8 horas.  Muchos de estos yogures apenas se fermentan.  Algunos incluso son pasteurizados después de la fermentación, eliminando las bacterias beneficiosas; o se les agrega azúcar o edulcorantes artificiales.  El yogur comercial es transportado desde la fábrica al supermercado y finalmente a  su nevera.  No es de extrañar que a menudo se añadan conservantes y estabilizadores para garantizar su período de conservación y aumentar el consumo por fecha.  Compárelo con un tazón de yogur casero de 24 horas abundante en bacterias beneficiosas en el mismo ambiente en el que crecieron.  Además del agrado de hacerlo usted mismo, el yogur casero también le da la satisfacción de ser mucho más barato que el yogur comercial.
Conozca los ingredientes: Hacer el yogur en casa nos permite tener el control de los ingredientes utilizados. ¡Podrá usar leche de la mejor calidad que consiga! Es importante que la leche, la alternativa a la leche o la crema que utilice no contengan aditivos como sólidos lácteos, carragenina, goma xantana, emulsionantes o edulcorantes.
Configurar y olvidar: Hacer yogur no es difícil ni lleva mucho tiempo. Aparte de configurar y olvidar el temporizador para la fermentación y de esperar algunas horas para la refrigeración, el tiempo de «trabajo práctico» es mínimo: unos 10 minutos. Sí requiere un poco de organización, ya que si se olvida de iniciar el proceso, se quedará sin yogur por más de un día.

El yogur es un alimento fermentado

Los alimentos fermentados han sido un elemento fundamental de la alimentación humana durante decenas de miles de años. Desgraciadamente, en estos días, y en detrimento de nuestra salud, fermentar alimentos ya no es una práctica tan habitual. La mala salud intestinal es la causa subyacente de muchos problemas de salud, por eso, una forma de mejorar nuestra vitalidad y salud general es introducir alimentos fermentados a nuestra dieta. Obtener una dosis de probióticos a través del yogur casero es un excelente punto de inicio. El yogur casero es un alimento fermentado fácilmente tolerado que se combina con bacterias beneficiosas que sustentan a las bacterias nativas de nuestro sistema digestivo. ¿El yogur comercial más costoso, orgánico y naturalmente envasado nunca puede ser tan beneficioso como el yogur que usted puede preparar en su casa?  Si configura una fermentación de 24 horas para su yogur, se convertirá en santo grial de los alimentos benéficos y curativos.

¿Qué es el yogur?

Todos sabemos lo que pasa si dejamos leche (de vaca) a la intemperie en un día cálido. Se cuaja y huele un poco mal. Se forman grumos y la leche se separa. Eso, por supuesto, no es yogur. El verdadero yogur es algo más que leche cortada. Se precisan bacterias específicas para garantizar un sabor y textura uniformes. Es un proceso orgánico muy sencillo. Se calienta la leche, se agrega un cultivo específico (de bacterias) y se deja fermentar en una temperatura y un ambiente controlados durante un período de tiempo específico. Voilà! Ya tiene yogur. Básicamente, el yogur es el resultado de que las bacterias beneficiosas fermenten la leche y la conviertan en un alimento más espeso y ácido que se mantendrá apto para su consumo por más tiempo que la leche utilizada. En este proceso, el alimento se convierte en una especie de medicina, junto a sus millones de bacterias amantes de los intestinos.

Yogur y probióticos

Los cultivos vivos presentes en el yogur son llamados bacterias beneficiosas porque ayudan a la digestión, son nutritivas y no son bacterias patógenas (dañinas) que causan enfermedades. Esas bacterias beneficiosas se llaman probióticos. Cuando comemos yogur casero, los probióticos asisten a las bacterias beneficiosas nativas de nuestro sistema digestivo y ayudan a mantener a las bacterias perjudiciales bajo control.